Círculos sanadores!
marzo 26, 2017
Hace 3 años me invitó una gran amiga a participar en un círculo de mujeres, ya había escuchado hablar de ellos pero en ese momento de mi vida estaba en reposo de grupos.
Algo se movía en mi interior que me hacía pensar en ir y mirar, hasta que un día fui.
Me sentí acogida sin conocer a casi nade y comenzó a suceder que cada historia en cada reunión, cada tema que hablábamos sin ningún juicio para nadie, fue ayudando a sanar las heridas de mi corazón.
Esto me comenzó a intrigar mucho ya que simplemente es sentarnos en torno al fuego, se pone un tema previamente y cada una habla lo que siente o ha vivido según su experiencia, y comienzan a suceder cosas increíbles.
Hay muchos círculos terapéuticos; para las personas con cáncer, adicciones, post trauma, en fin y todos ellos con resultados muy positivos en las personas.
Cuando nos sentamos en círculo todos somos iguales, nadie es más que nadie, hay una unidad especial, hay receptividad para escuchar al otro.
La sola forma geométrica nos recuerda que todo está contenido en el círculo; desde la antigüedad se sabe como el círculo ha sido el símbolo de muchas culturas ancestrales: recordemos como parten del círculo, la flor de la vida, los laberintos, los círculos de las cosechas, todas las pirámides alrededor del planeta, las proporciones áureas de la naturaleza y del ser humano, en fin, la lista es larga donde vemos como el círculo es el punto de partida y el punto de llegada.
La clave de círculo de mujeres, de hombres o de personas convocados con un fin, es el silencio respetuoso por lo que el otro está hablando, es dejarnos abrazar por su sentir, esto produce una unidad que neutraliza la información que cada uno trae y carga.
Experimenta en tu casa con tu familia, con tus amigos cuando haya un tema que esté perturbando a todos y siéntensen en circulo en torno al fuego (cada uno puede prender una vela que se coloca en el centro cuando vaya a hablar) que evoca la luz que somos todos y comiencen a hablar uno por uno guiados por un miembro del grupo que esté en la mayor neutralidad o no juicio ante el tema que se va a hablar.
La disposición es la clave, tu disposición de escuchar al otro y dejar que exprese sus sentimientos, contenerlo con nuestro silencio y clama.
Es una forma muy sencilla de sanar la vida y las relaciones, se asemeja al Hoponopono técnica de sanación milenaria de los indígenas Hawaianos donde el principio básico es comprender que todo lo que le pasa al otro también me pasa a mi y todos tenemos que ver con lo que le pasa a todos.
Comprender que nuestro pequeño o gran drama personal es parecido al del otro y escuchar como el otro lo ha resuelto o lo vive hace que no me sienta solo, me uno al otro sintiendo que somos uno con todos, ahí comienza la liberación!
Desde mi circulo los abrazo y espero me cuenten sus experiencias!