septiembre 8, 2015
Desde muy niña comencé a observar como mi cuerpo tenía molestias unas más fuertes que otras en diferentes momentos o situaciones emocionales….pero no me daba cuenta de la relación que había con lo que estaba sintiendo emocionalmente y lo que estaba sintiendo en mi cuerpo físicamente. Es como tomar leche todos los días de tu vida y no te das cuenta de que es blanca o que te produce gases un rato después de ingerirla.
Y así pasaron los años y muchas sensaciones físicas iban y venían hasta que hice una artritis reumática, enfermedad autoinmune muy grave para mi edad de 9 años. Me dieron antibióticos por muchos años y se salvó mi corazón.
Pero las sensaciones en el cuerpo no pararon de aparecer, y cada vez había sensaciones mas incómodas, como dolores musculares, en las articulaciones, presión en el pecho, ahueco en el estómago por ansiedad de comer….en fin la lista es interminable. Y yo me creía muy sana!!!
Hasta que un día visité a alguien que me enseñó a darme cuenta de que cada vez que tenía una emoción aparecía una sensación en mi cuerpo agradable o desagradable y ahí ME DI CUENTA de la conexión que tiene la mente con el cuerpo.
