febrero 24, 2017
Mucho hemos escuchado hablar del fluir y del soltar y lo mucho que nos cuesta lograrlo!
Como suelto lo que no soy capaz de soltar? Les contaré una historia:
Durante mucho tiempo conviví con el perfeccionismo, aspecto común en mi familia materna a tal extremo de llevar a mi madre y a algunas tías a enfermarse de diferentes cosas por esto. Comencé a darme cuenta de cómo este rasgo de personalidad me llevaba a tener problemas con mis empleados, pareja, hermanos, en fín con todo mi entorno, nunca nada estaba bien, a todo le faltaba algo y cada vez me sentía más cansada y frustrada. Tuve mucho cambio y rotación de empleados porque ninguno cumplía el perfil para mí, cada vez llegaban personas más desordenadas, englobadas y yo acercándome a un colapso nervioso! Tuve muchas discusiones y silencios por este tema con mis seres queridos, al punto que podía agredirlos con mis comentarios.
Me comencé a dar cuenta que entre más me angustiaba el tema, el tema se acercaba más a mi, y de ahí lo que he escuchado tanto hablar: » al que no quiere sopa le dan 3 tazas»
Cuando llegó la herramienta de la auto observación a mi vida comencé a observar en mi cuerpo la molestia que me producía ver el desorden o que las cosas no se hicieran como yo quería. Día a día observé sin juicio esta molestia y con el pasar del tiempo y sin darme cuenta dejé de preocuparme, ya no veía el desorden y me comencé a sentir en paz. Tal fue mi sorpresa que comenzó a llegar a mi vida gente organizada y concentrada.
Fue un proceso de mucha constancia en la observación y la clave fue dejar de juzgarme por sentirme así, tenerme paciencia y entender que el tema no estaba fuera de mí sino en mí!
Cada vez que encuentres un obstáculo en en tu vida, mira dentro de tí lo que te produce ( rabia, irá, miedo, asco, frustración, resentimiento, ect) y date cuenta de la sensación que se manifiesta en el cuerpo ( peso, hueco, vacío, tensión, calor, frío, sudor, temblor, ect ), simplemente déjalo estar sin el afán de que la molestia se quite; respira profunda y tranquilamente, acompaña la sensación en el cuerpo fijamente y atentamente sin juicio, sin diálogos mentales y en algún momento se transformará en tu inconsciente el contraste que te está haciendo sufrir.
«El observador transforma lo observado»
«Todo lo que juzgo afuera como bueno o como malo está dentro de mi»
Esta frase me molestaba escucharla porque no podía creer que yo tuviera el desorden y el englobe dentro de mí y poco a poco fuí entendiendo que el desorden si estaba dentro de mi, me sentía inadecuada en muchas cosas, buscaba la perfección porque realmente me sentía imperfecta y poco hábil en algunos temas esto se reflejaba en espejo en las personas que tenía a mi alrededor y por eso sufría tanto!
Ahora abrazo amorosamente lo qué hay en mi y cada día observo atentamente cuando me reflejo en otro y sonrío🤗
Somos espejos de espejos hasta el infinito, la inteligencia creadora se recrea en cada uno de nosotros y lo que vemos en el otro soy yo, eres tú, somos nosotros!
De eso se trata el fluir de dejar estar lo qué hay sin juicio, él solo se transformará. El agua busca su cause y así las emociones se encaminan hacia el océano de la sabiduría cuando son neutras y sin juicio. El juicio hacia nosotros mismos estanca el fluir de las emociones y nos producen enfermedad.
Como este hermoso cielo estrellado que así sea nuestro fluir amoroso en la vida!
