Y que es el amor?
septiembre 25, 2016
Laberinto lleno de recodos y aristas que debemos recorrer para descifrar y llegar a comprender….vacío profundo e insondable que buscamos llenar con la vida, sus placeres y apegos, con personas y cosas….acertijo doloroso, mágico y hasta leve en ocasiones que te lleva a la locura, a la noche oscura del alma para un día de repente entender que va mas allá de lo que creemos que es.
De tantos caminos de mi vida ese ha sido uno de los que he recorrido, aprender de las relaciones con los seres humanos y despertar el amor: desde mis padres, hermanos, amigos, parejas, ver que en los ojos del otro me veo y a veces duele el alma y a veces se expande el ser y brilla….. a veces el otro se ha vuelto mi luz, mi religión y me he olvidado de mi misma para morir en el intento pero el alma me arrastra y rescata para abrazarme y vuelvo a tener el aliento para seguir…..seguir a dónde? seguir buscado lo que desde que nacemos pensamos perdido, lo que desde que nacemos sentimos como un gran vacío y creemos que hay hay llenar con lo externo.
Cuenco vacío que es el AMOR que tratamos de llenar desesperadamente, esa energía te agarra las entrañas y el corazón…te excita y llena en el encuentro y sentimos morir al irse, vas al cielo y bajas a los infiernos, hay ansiedad cuando no está, hay desespero cuando no está, roba tu paz y serenidad.
He reflexionado mucho estas sensaciones cada vez que llegan y cada vez que se van, en cada encuentro y desencuentro y me he dado cuenta que se sienten desde que somos muy pequeños….con nuestra madre, padre, hermanos….pasa el tiempo, con los amigos….luego con la pareja….los hijos….las relaciones….habiendo un común denomidaror: el dolor del apego, el miedo del apego, el terror de la separación.
Cuando pasas por cada separación vivimos un desgarramiento energético que nos lleva a morir y renacer como el ave fénix y en cada muerte va penetrando la energía del amor en el corazón…como si desde niños tuvieramos que pasar por muerte tras muerte, desapegos tras desapegos hasta que va dejando de doler y empieza a florecer desde las entrañas la energía del amor. El cuenco vacío ya no tiene que ser llenado porque siempre ha estado lleno de tí, de mí, de Dios.
Aprendemos a navegar el vacío, a danzarlo….penetramos su ser.
Esas sensaciones y experiencias son las etapas necesarias a transitar para llegar al amor…..al tan el anhelado amor.
Desde mi madre y mi padre hasta cada ser amado me han llevado al amor que habita en mí…..cada ser me ha abierto la puerta con su ternura, placer, pasión, amistad, sabiduría, compasión, rabia, desolación, decepción….con todo lo que es la amalgama de sensasiones y sentimientos de la vida!
En el fondo del avismo comprendí que estaba lejos de mí…tan lejos de mí que por eso dolía tanto, tanto……la energía del apego, la energía que te agarra es el marcador de lo distante que estás de tí…y si estamos lejos de nosotros estamos desconectados de Dios.
Es tan fina la linea que separa el darse al otro y darse a uno mismo que estar en el medio es un estado alto de conciencia que solo se llega ahí sin darnos cuenta cuando ya no buscamos más el amor!
El amor es un estado natural de la vida…no se busca ni se esfuerza….simplemente es….solo fluye cuando no hay miedo y no hay espectativas, es como respirar o mirar las estrellas. Simplemente sucede.
El deseo nos separa del amor pero paradójicamente al transitar por él llegamos al amor.
En el mundo actual confundimos el deseo con el amor….y solo es de las primeras etapas a transitar de un largo y hermoso camino que nos eleva el alma y nos funde con el gran vacío.
Los invito a vivir cada encuentro y desencuentro con cada ser humano como el regalo para llegar al amor. Cada experiencia como el escalón a subir hacia la experiencia del amor.
Cada dolor, cada desgarro, cada lágrima, cada risa, abrazo, mirada, placer son un regalo para que despierte el amor. Cuenco vacío lleno de ti, de mi, de Dios!